‘No se duerme el que guarda a Ucrania’



Cada vez que ha habido una guerra, de ella se han desprendido cualquier cantidad de historias conmovedoras que casi nunca salen a la luz, y la guerra de Rusia contra Ucrania no es la excepción, solo que gracias a internet las redes sociales se han encargado de contarlas y de una fuente muy confiable, pues casi siempre son narradas por los propios protagonistas o por terceras personas que han tenido contacto con los protagonistas.
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Hemos sabido de muchos testimonios de hombres y mujeres ucranianos gallardos y valerosos que se han despedido de manera desconsolada de sus familiares e hijos para empuñar las armas en defensa de su amada nación que está siendo invadida por Rusia, ya que posiblemente sea la última vez que se vean. Padres e hijos llorando ante una cruel e injusta despedida; porque nunca habrá una guerra justa y menos esta donde Ucrania está en amplia desventaja contra su vecino opresor.
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Conocimos del conmovedor caso de un guía ucraniano quien junto con su esposa dejaron a su hija a cargo de la periodista argentina, Sol Malacuso, con quien trabajaba desde hacía más de un mes, porque él y su esposa se iban a defender a su nación; desde los estudios le preguntaron a la periodista qué iba a hacer con la niña, y ella entre lágrimas les dijo: «me quedo con ella, es mi familia ahora, es mi hermana».

Hemos visto muchos videos de gente llorando al despedirse de sus seres amados porque aun cuando no son militares decidieron valerosamente entregar su vida en defensa de su país frente a un ejército ruso intransigente y violador de los derechos humanos más elementales. Si no hemos podido contener las lágrimas ante tan conmovedores y tristes momentos, nos imaginamos lo dolorosa que es para los ucranianos estas despedidas.

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Jóvenes y jovencitas, hombres y mujeres, hasta miss Ucrania han circulado por las redes sociales portando armas largas y camino a lo que tal vez sea su último destino en esta vida. Nos han dejado impresionados con su valentía y amor por su patria que están dispuestos a todo por defenderla. Ni Vladimir Putin ni el pueblo ruso se imaginaron nunca que se encontraría con un pueblo ucraniano de pie y dando la cara.

Por otro lado, la inmensa mayoría de los pastores cristianos y muchísimo pueblo de Dios también han decido quedarse en Ucrania para ayudar moral, humanitaria y espiritualmente a su gente, lo cual también es valeroso y digno de admirar.

Sea el Señor guardándoles del enemigo y usándoles poderosamente para traer paz, amor y esperanza a su pueblo afligido por esta andanada rusa.

Lo siguiente es lo que Igor, un pastor en Lviv le escribió a un hermano en la fe en otra parte del mundo: «Por favor dile a tu gente, a causa de sus oraciones, que Dios verdaderamente pelea nuestras batallas. Los cohetes desaparecen en el aire sin llegar a nuestros hogares y nadie sabe a dónde van. Los tanques enemigos se quedan sin combustible, las tropas rusas se pierden y le piden a los locales comida y direcciones -eso definitivamente es Dios porque estamos lidiando contra el segundo ejército del mundo. Esta mañana Kiev y las principales ciudades siguen libres y nosotros en Lviv aún no hemos tenido que correr a los sótanos».

Este testimonio nos recuerda las veces que Dios peleó por su pueblo Israel confundiendo al enemigo para que no los atacara y les hiciera daño.

No olvidemos que Ucrania es el país más cristiano de Europa del Este, su presidente es judío y hay una gran cantidad de judíos en esa nación; sus oraciones, unidas a las de todos los cristianos del mundo, están moviendo la mano del Señor.

Aunque todavía es muy temprano para vislumbrar un desenlace, sabemos que el Todopoderoso está con ellos y que «no se duerme el que guarda a Ucrania».

La protección divina es tal que cohetes y balas rusos se pierden por el camino o yerran el objetivo ucraniano; camiones, tanques y lanzacohetes se quedan sin combustible, trayendo desconcierto y confusión en las filas de Rusia, y confirmándole al pueblo de Ucrania que el Dios Todopoderoso y justiciero está haciendo lo propio en respuesta a las constantes oraciones que la Iglesia de Cristo en el mundo entero están elevando al trono de Dios.

Existen muchísimas historias que se están tejiendo en paralelo, unas tristes y otras esperanzadoras, pero ninguna de ellas escapa del control de Dios, que por motivos de espacio no podemos enumerarlas, pero que por las redes sociales nos enteraremos.

Tal vez nosotros en otra oportunidad escribiremos de ello, esperamos en el Señor que para ese entonces sean buenas noticias.

Fuente: Evangelico Digital

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