El Papa dice que "el mundo está en guerra" tras ola de ataques terroristas.


El Papa Francisco volvió a insistir ayer sobre una teoría que ha repetido en un par de ocasiones en los últimos años ante los medios de comunicación, aunque esta vez con mayor claridad: el mundo está viviendo una tercera guerra mundial. “Estuvo la de 1914, con sus métodos; luego la de 1939 a 1945, otra gran guerra en el mundo; y ahora ésta”, dijo el Pontífice.


Sus palabras se dieron esta vez en un momento especialmente sensible para la comunidad cristiana, luego del asesinato del sacerdote Jacques Hamel (85 años), quien fue degollado por dos yihadistas islámicos en una iglesia en la región francesa de Normandía. 

“El mundo está en guerra debido a que perdió la paz. Se habla tanto de inseguridad, pero la palabra verdadera es guerra”, aseguró el Papa Francisco a periodistas de 75 medios que lo acompañaban en el avión que lo condujo hacia la ciudad de Cracovia, para iniciar una visita de cinco días a Polonia, la tierra natal de Juan Pablo II. El Pontífice inaugurará hoy la Jornada Mundial de la Juventud, a la que asistirán más de 200.000 jóvenes, un número mucho menor de lo esperado, precisamente por el temor a más atentados terroristas en Europa.

 Como es costumbre desde su primer viaje, el Pontífice se acercó a los periodistas en el avión para comentar los últimos sucesos de violencia, aunque también recordó los episodios que tienen lugar fuera de Europa. 

“Este santo sacerdote que murió cuando estaba orando por toda la iglesia es uno. Pero piensen en los numerosos cristianos, en los inocentes, en los niños. Piensen en Nigeria, la gente dice ‘pero es Africa’. Es guerra. No tengamos miedo de pronunciar esa palabra”, aseguró el Papa al ser consultado por el asesinato del cura francés.

El Pontífice insistió además que “cuando hablo de guerra, hablo de guerra en serio, no de una guerra de religión”. Según él, “hay una guerra de intereses, por dinero, por recursos… esa es la guerra, Alguno puede pensar: ‘está hablando de guerra de religión’. No. Todas las religiones queremos la paz. La guerra la quieren los otros. ¿Comprendido?”, sentenció al final.  

El vaticanista César Mauricio Velásquez, coautor del libro “De Benedicto a Francisco, los 30 días que cambiaron la Iglesia”, dijo a La Tercera que la afirmación “ya la había hecho el Papa al referirse a las cargas de odio, discriminación, corrupción y pobreza que se registra en muchas partes del mundo. Es una manera de definir una nueva guerra que diariamente cobra víctimas y que se acrecienta con las acciones irracionales de grupos extremistas”. 

 El Papa siguió la misma tónica usada por el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, tras el asesinato del sacerdote: evitar hacer cualquier referencia a la religión de los atacantes o a su pertenencia al grupo yihadista “Estado Islámico”. 

 Para Velásquez, el rápido avance del EI sorprendió a todos, no sólo al Papa. “Es claro”, asegura, “que (este grupo) tiene apoyos, dinero y una manipulación de las creencias y la religión”.

Medidas de seguridad

En Cracovia, las medidas de seguridad para recibir al Papa se reforzaron debido a los recientes atentados. Las fuerzas de seguridad polacas desplegaron decenas de miles de agentes en las calles para el evento religioso que culminará el domingo. En Cracovia, el gobierno de Polonia que inicialmente tenía previsto movilizar 20 mil efectivos- blindó la ciudad con más de 40 mil agentes de seguridad.

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