SE ABRIÓ UNA PUERTA EN WUHAN, CHINA. (CoronaVirus)

Hace unos meses, un pastor que conozco, junto con los miembros de la iglesia, estaban predicando el evangelio en las calles de Wuhan. Él siguió predicando en las calles incluso cuando los cristianos fueron instados a no compartir el evangelio. Pero nada les impidió proclamar el evangelio, ni siquiera la epidemia.
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Ahora es el décimo día desde que la ciudad ha sido puesta en cuarentena, y las máscaras protectoras son lo más valioso en Wuhan. El dinero es inútil porque no puedes encontrar alguna tienda que te venda las máscaras. Las personas están en una situación desesperante. Como respuesta, nuestros hermanos y hermanas predican el evangelio y dan tratados y máscaras gratuitas. Están compartiendo la palabra de esperanza y consuelo de Dios. Han ido ganando el favor de la ciudad cada vez más y más, incluso a los ojos de las autoridades.
Estas iglesias en Wuhan se mantienen alejadas de todos los rumores y problemas políticos, simplemente hacen lo que un verdadero cristiano debe hacer en esta situación: Predicar el evangelio y ser testigos de la verdadera paz y la verdadera esperanza que provienen de Jesucristo frente a los no creyentes quienes están en pánico y desesperanzados.
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Un oficial de policía se acercó a una hermana, escuchó el evangelio y se fue feliz con un tratado y la máscara. Después de un tiempo, llegó otro policía, escuchó y se fue también con un tratado y una máscara. En breve, el primero regresó diciendo otro oficial quisiera una también. ¡Pronto llegaron cuatro oficiales más! Ellos eran policias a los que les preocupaba el mensaje de las buenas nuevas de salvación. Pero ahora acudieron a los cristianos en busca de ayuda, y se postraron ante nuestro Dios.
El traje amarillo (los cristianos usan trajes amarillos para protejerse) se ha convertido en el color más hermoso de la ciudad. Los cristianos se han ganado el respeto que nunca habian tenido por su disposición a arriesgar su salud para servir.
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Doy gracias a Dios por el testimonio de estos hermanos y estoy lleno de alegría por la increíble obra de nuestro Señor. Por favor ten a estos hermanos en tus oraciones. Muchos de ellos están muy cansados. En comparación con los médicos y enfermeras, su carga es aún más grande. Ellos saben, esa es la oportunidad que Dios les dio para ganar personas para Cristo. Esta puerta abierta puede cerrarse pronto.

Nota original: Heartcrymissionary.com

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