Iglesia presbiteriana se pronuncia en contra de políticas públicas de Educación y Género en México.


La Iglesia Nacional Presbiteriana de México, AR, se pronunció en contra del tratamiento que se le ha dado al PIN parental y las políticas públicas en materia de educación y género impulsadas por el Estado.
Mediante un comunicado la asociación religiosa confirmó su rechazo sobre que el Estado sea el propietario del derecho de educar a los niños, niñas y adolescentes “como si fueran de su propiedad”.
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Agregaron que es derecho de los padres elegir el tipo de educación que han de recibir sus hijos, derecho reconocido en el artículo 26, fracción III, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948; así como por el artículo 12, fracción IV de la Convención Americana sobre Derechos Humanos de 1969. Ambos firmados y ratificados por el Estado mexicano, con rango constitucional.
Por otra parte, señalaron que es responsabilidad de los padres de la educación de los hijos es afín al valor del PIN parental que defiende el derecho de los padres de ser consultados para aceptar o rechazar los contenidos sobre la educación con perspectiva de género, por ser contraria a sus convicciones éticas y religiosas.
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Cabe señalar que el PIN parental es una medida que restringe a escuelas y centros educativos la educación plural y que propone que sean los padres quien autoricen expresamente los contenidos educativos, sobre todo en materia de sexualidad, y la asistencia de sus hijos a actividades escolares.
De manera que en el pronunciamiento la asociación asegura que imposición de la agenda progresista por parte del Estado mexicano contraviene sus principios bíblicos, científicos y morales.
“Que tal agenda sea impuesta como la norma ética que regule el desarrollo y aprendizaje en menoscabo de la educación científica y a favor de la ideológica, pues invade el derecho de los padres para educar a sus hijos en los principios morales y espirituales” afirma.
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La congregación refiere que respeta la separación del Estado y la Iglesia, pero las autoridades civiles deben gobernar bajo la autoridad de Dios y para todos los ciudadanos.
“Afirmamos que no se puede gobernar sin Dios a un pueblo que en su mayoría cree en Dios”, puntualizan.
El comunicado está suscrito por el presbítero Adolfo Arias Job, presidente de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México la cual, indica cuenta con alrededor de 2 millones de fieles y 6 mil templos en el territorio nacional y pide al Estado tomar en cuenta su opinión, ya que como entidad religiosa ha contribuido al bienestar del tejido social.

Fuente: El Universal

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