10 Cosas que Usted Debe Saber Sobre la Trinidad.

La Trinidad es algo que Dios quiere que conozcamos.

Si usted cree que la Biblia revela que Dios es Padre, Hijo y EspĂ­ritu Santo, entonces usted debe creer que Dios lo dio a conocer porque Ă©l quiere que lo conozcamos. “Las cosas secretas pertenecen a Jehová”, pero la triunidad de Dios no está entre esas cosas secretas, o Ă©l no estarĂ­a hablando de ella y tampoco nosotros. ” Las cosas reveladas nos pertenecen” (Deuteronomio 29:29).

2. La doctrina de la Trinidad no es ilĂłgica.

No enseña que Dios es tres personas en una persona, o tres seres en un ser, o tres en uno en cierto sentido abstracto. Enseña que Dios es tres personas en un solo ser. En parte porque no hay otros ejemplos de tal cosa, la triunidad de Dios trasciende nuestra comprensión racional. Pero no viola la lógica ni hace una afirmación que es absurda.

3. Usted debe renunciar a buscar una ilustraciĂłn de la Trinidad.

La triunidad de Dios es una de esas realidades divinas que no tienen paralelo, como “ser el creador de todo de la nada” o “ser omnipotente”. Cualquier ilustraciĂłn que piense de tales realidades es mucho más distinta a Dios que a Dios.-
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4. El Padre enviĂł al Hijo y al EspĂ­ritu Santo para salvarnos; es por eso conocemos la Trinidad.

Dios no nos hizo conocer su triunidad informándonos de los hechos al respecto. En cambio, lo dio a conocer a través de la encarnación del Hijo y el derramamiento del Espíritu Santo. La revelación de la Trinidad tuvo lugar en esos actos, que Dios entonces explicó.

5. Dios habrĂ­a sido la Trinidad aunque nada existiera excepto Dios.

La doctrina de la Trinidad es una enseñanza acerca del ser eterno y esencial de Dios. Así, aunque todo lo que sabemos acerca de la Trinidad se derive de las obras externas de Dios como creador y (especialmente) redentor, la Trinidad habría sido ella misma, incluso sin haber hecho estas cosas.

6. La Trinidad está siempre unida con el evangelio.

Es la doctrina de quién debe ser Dios si la salvación es lo que creemos que es. El Padre que dio a su Hijo y Espíritu para salvarnos debe ser un Padre que siempre tuvo un Hijo y un Espíritu. Si usted describe la Trinidad y luego tiene que apuntar sobre el hecho de que la Trinidad salva, probablemente lo describiera de manera muy abstracta primeramente. La Biblia envuelve a la Trinidad y al Evangelio, y nosotros también debemos.

7. Usted ya está inmerso en ella.

Si usted ha estado ocupándose de ella o no, todo acerca de la vida cristiana sólo funciona porque hay una realidad trinitaria subyacente. Si ha sido salvo, usted ha sido tomado por la Trinidad y lo ha llevado a la comunión de Dios. Aprender acerca de la Trinidad es una cuestión de aprender las razones más profundas por las que esta vida cristiana funciona.

8. La oraciĂłn y la adoraciĂłn tienen una estructura Trinitaria.

Cada vez que los cristianos se acercan a Dios, se acercan a Dios (el Padre) en el nombre de Jesús (no en su propio nombre) por el poder del Espíritu (no por su propio poder). Una vez más, esto es cierto incluso si no están conscientemente pensando en ello.

9. No tienes que elegir entre ser centrado en Cristo o ser centrado en la Trinidad.

La simple razón de esto es que Cristo está centrado en la Trinidad, justo en medio de la Trinidad como el Hijo enviado por el Padre y lleno del Espíritu. Si usted se enfoca en Jesús apropiadamente, se encontrará necesariamente enfocándose en la Trinidad, siempre y cuando no se enfoque en Jesús en un Padre-olvidadizo o en un Espíritu que ignora.

10. Usted puede ser un buen Trinitario sin hablar de la Trinidad todo el tiempo.

La doctrina de la Trinidad es el vasto y profundo trasfondo de toda nuestra teologĂ­a, y cuando hablamos explĂ­citamente acerca de ella, hacemos una afirmaciĂłn integral acerca de quiĂ©n es Dios si el evangelio es verdadero. Pero a menudo el trasfondo permanece en segundo plano y nos permite decir cosas particulares acerca de JesĂşs, el discipulado, la cruz, el EspĂ­ritu Santo, etc., sin hacer explĂ­cito el panorama general. AsĂ­ es como el Nuevo Testamento lo hace en su mayorĂ­a, asĂ­ que estás en buena compañía. Siga adelante y hable de la Trinidad a veces y piense en ello profundamente a veces. Alabe a la Trinidad en todo momento, y cuando sea necesario, use la palabra “Trinidad”. Pero no sienta que tiene que centrarse mentalmente en esta doctrina gigantesca en todo momento para ser un buen Trinitario.
Fuente: Evangelio Puro

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