Trump trató con Kim Jong-Un sobre devolver la libertad a los cristianos

SINGAPUR.- El encuentro histórico entre el presidente de Estados Unidos Donald Trump y el líder de Corea del Norte Kim Jong Un en Singapur, ocupó gran parte de los titulares del día. El tema principal de la conversación fue el compromiso de desnuclearización de los norcoreanos.
Pero la cuestión de la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos del país más cerrado del mundo también fue tratada. Minimizada por la prensa, la cuestión de los derechos humanos también estuvo en la mesa de negociaciones.-
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Durante la rueda de prensa después de la reunión, se le pidió al presidente de Trump sobre “la historia de violaciones” de los derechos humanos de la población de Corea del Norte. El presidente respondió que “eso fue discutido”. Sin dar detalles específicos, insistió que “él [Kim Jung-Un] quiere hacer lo correcto.
Al ser indagado específicamente sobre la situación de los cristianos en el país, sabidamente perseguidos por su fe, Trump declaró: “¿Cristianos? Sí. Nosotros tratamos el asunto, muy fuertemente “.
Después mencionó el trabajo de su amigo Franklin Graham, con quien tiene la costumbre de orar y aconsejar en la Casa Blanca.
“Sabe, Franklin Graham pasó y pasa mucho tiempo en Corea del Norte. Es una cuestión con la que se preocupa mucho. El asunto surgió y las cosas van a suceder.
Respuesta de oración
En los últimos días, varias organizaciones cristianas están haciendo campañas de oración en favor del encuentro de los líderes en Singapur. Líderes de la Iglesia en Corea del Sur, que hace años claman por la reunificación de los dos países y el regreso de la libertad religiosa a los moradores del Norte, vienen diciendo que todo lo que está sucediendo en la península es respuesta de Dios a sus oraciones.
La misión Puertas Abiertas lanzó una campaña en línea pidiendo a los cristianos de todo el mundo que oren para que: – Kim Jung-Uno libere a los más de 50.000 cristianos injustamente mantenidos en centros de detención y campos de prisioneros en todo el país.
– El régimen norcoreano permita la apertura de nuevas iglesias, donde los ciudadanos del país puedan adorar libremente.
– Los cristianos que quedaron en Corea del Norte tengan coraje renovado para conducir al país a un renacimiento de la fe cristiana en aquella nación.
[ Fuente: White House ]

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