Pastor keniano provocó la muerte de 70 de sus seguidores al pedir que ayunaran hasta conocer a Jesús.

Paul Mackenzie Nthenge, un predicador keniano, fue detenido tras ser vinculado a la muerte de al menos 70 de sus seguidores debido a un ayuno extremo que ordenó para "conocer a Jesús". El líder espiritual, que dirigía la Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas en Kenia, se entregó a las autoridades después de la trágica revelación de los cuerpos.

El presidente de Kenia, William Ruto, condenó los sucesos y prometió acciones drásticas contra sectas y movimientos religiosos que emplean tácticas perjudiciales. Ruto equiparó las acciones de Nthenge con actos terroristas, argumentando que los mismos utilizan la religión como herramienta para propagar horror.

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Las autoridades encontraron un total de 73 cuerpos, aparentemente de feligreses de la iglesia, en fosas poco profundas en un bosque cercano. Además, varias personas en estado crítico fueron rescatadas de la gran propiedad de Nthenge, aunque algunas de ellas murieron posteriormente debido a su delicada condición de salud.

Nthenge, anteriormente taxista, fundó la Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas en 2003. Desde entonces, la organización y su líder han estado bajo el escrutinio de las autoridades debido a prácticas religiosas cuestionables y polémicas. Mackenzie ya había sido arrestado en dos ocasiones previas por sus prédicas extremas y su resistencia a la escolarización, alegando que la educación no estaba reconocida por la Biblia.

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La iglesia, que cuenta con más de 3,000 miembros, declara en su sitio web que su misión es "nutrir a los fieles de manera holística en todas las áreas de la espiritualidad cristiana". Sin embargo, la realidad parece ser diferente. El culto promovido por Nthenge requería que los fieles renuncien a sus trabajos, ignoren la atención médica y participen en ayunos extremos.

A raíz de estos sucesos, los cuerpos fueron descubiertos en el bosque de Shakahola, cerca del lugar donde los miembros del culto realizaban sus ayunos. Humphrey Nyongo, ex miembro de la iglesia, relató cómo Nthenge manipulaba a sus seguidores para que siguieran su doctrina extrema.

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La tragedia ha conmocionado a la nación, exponiendo la peligrosa realidad de algunas sectas religiosas y la necesidad de una mayor vigilancia y regulación en esta área.