ATLETA AGRADECE A DIOS AL GANAR POR TERCERA VEZ MEDALLA DE ORO EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS TOKIO 2020


Vincent Hancock, atleta olímpico estadounidense, ganó por tercera vez medalla de oro en tiro al plato masculino en Tokio. El residente de Georgia de 32 años acertó 59 skeets y falló solo un tiro, es decir, tuvo una actuación casi perfecta en la final. 

Sin embargo, el deportista declaró que no toda su carrera ha sido exitosa, puesto que tuvo altibajos. Así, durante el peor momento de su vida, tanto en su vida personal y/o profesional, se entregó a Dios y ahora vive por fe, ganando o perdiendo.

Hancock supo desde los 10 años que el deporte del skeet alimentaba una gran pasión dentro de él. Ahora, el 3 veces medallista de oro es también 3 veces campeón del mundo.

Asimismo, el deportista comenta que ya ha competido en épocas de lluvia y nieve y que, independientemente de las condiciones meteorológicas, “hay que rendir perfectamente en todo momento. Entonces, para mí, no hay mayor desafío que tratar de vencerte a ti mismo cada vez”, dijo.

-
-

La determinación es la clave de su éxito

Hancock a los 16 años ganó su primer campeonato mundial y reconoció que la autosuficiencia y la determinación son claves para su éxito. “Me esforcé día tras día, trabajé muy duro durante muchos años para llegar a ser lo que soy”, dijo.

Mientras entrenaba para los Juegos Olímpicos de Beijing, en el año 2008, se casó con Rebekah. El deportista contó que fue ella quien, en silencio, comenzó a mantenerlo arraigado en Cristo.

“Lo animé a saber que Dios tiene el control, en cualquier momento de preocupación o necesitad. Dios está con nosotros y nos protege”, declaró Rebekah.

-
-

“Siempre me consideré cristiano, pero ahora, mirando hacia atrás, era cualquier cosa menos cristiano. Estaba más concentrado en ganar el oro y ese era mi único pensamiento en ese momento. Quería que ella pensara igual”, dijo Hancock.

Además, el atleta contó que, durante el 2011, tras no obtener el triunfo en el mundial, Vincent empezó a ponerse irritable y exigente en casa, originando conflictos con su esposa. “Fue uno de los peores años con mi esposa y a nivel profesional”, declaró.

“Estaba compitiendo de la peor manera, ya no me divertía más y no sabía qué hacer”, declaró Hancock. Por su parte, Rebekah trató de animarlo, “le dije que ore para que Dios sepa dónde quiere estar y de esa manera Dios le ayude”. Su esposo siguió el consejo y su vida cambió.

-
-

Voluntad de Dios

“Estaba frustrado con mi esposa, conmigo mismo, con Dios, y esa noche oré y lloré durante horas. No recuerdo exactamente por cuánto tiempo, pero sé que fue mucho y también fue suficiente”, dijo el atleta.

El deportista contó que esa noche Dios le abrió los ojos y le mostró todo lo que había hecho, los errores cometidos, pero también sus aciertos y cosas del pasado que no hizo.

“Pude arreglar las cosas, decir que Dios tenía razón y que lamentaba haber estado más concentrado en ganar el oro durante los campeonatos. Comprendí que mi familia y Dios son lo más importante”, afirmó.

Rebekah comentó lo siguiente: “Nuestra relación ha florecido como nunca y ahora estamos mucho mejor”. Un año después, Vincent se convirtió en el primer “tirador al blanco” en los Juegos Olímpicos de Londres. Así, fue dos veces campeón olímpico. 

Ahora, Hancock atribuye todas sus victorias a Dios y también el cambio de su corazón. “Me mostró la persona que realmente debí ser, soy quien él quiere que sea”, concluyó.

Por: Smartie

No hay comentarios.