Pastores Misioneros son asesinados en Haití.



El pastor Jean Phillippe-Quetant, de 57 años, y su esposa, Erna Plancher-Quetant, de 54 años, que vivieron en Fort Myers, Florida, fueron asesinados a tiros en su casa en Haití, donde habían estado sirviendo juntos durante más de un mes, informó NBC2.
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"Estaban en su casa donde entraron ladrones y supongo que encontraron a mamá y papá, y les dispararon a ambos", dijo su hijo, Kevin Quetant, según fue citado.

Los invasores saquearon su casa y robaron muchas de sus pertenencias. “Simplemente se siente surrealista”, dijo Tabitha Quetant, su hija. “Podrían haber tomado todo y dejarlos solos, no habrían hecho nada.
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"Si pudiera hablar con ellos ahora, simplemente les diría a mamá y papá que los amo y les agradezco mucho la forma en que nos criaron".

La pareja dejó a cinco niños pequeños.

La familia abrió una página en GoFundMe para recaudar fondos para el funeral de la pareja, diciendo que estaban "trabajando desesperadamente en formas de llevar sus dos cuerpos a casa en Florida para que la familia y los niños puedan enterrarlos adecuadamente y decir su último adiós".
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La página agrega: “Nuestro padre Jean Phillippe fue un pastor muy conocido que amaba a Dios ya su comunidad con toda su alma. Jean Phillippe a menudo se despertaba por las noches y rezaba por sus hijos mientras dormían. Un verdadero protector, padre amoroso.

“Nuestra madre Erma era una trabajadora de atención médica dedicada de primera línea, que trabajaba muchas horas para mantener a su familia. Llegaba a casa exhausta, pero siempre se aseguraba de tener a sus hijos listos para la iglesia todos los domingos y de preparar una cena familiar cada noche ".

La familia dice que el pastor Jean Phillipe sintió que era el mejor momento para seguir su pasión y extender su visión en Haití, ya que sus hijos estaban en la universidad y el último hijo estaba listo para graduarse de la escuela secundaria.

“Continuaron trabajando duro para cumplir su sueño de construir una iglesia, un orfanato y proporcionar nuevos recursos; como los servicios religiosos de donación de alimentos y ropa, junto con las necesidades básicas para una comunidad marginada en Haití ”.


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